Es tiempo de consagrarnos a Dios |
Lectura Bíblica: 1 Pedro 1:13-16
Le invitamos para
que medite cuidadosamente en el texto escogido para iniciar la jornada de hoy:
“Así que preparen su mente para actuar
y ejerciten el control propio. Pongan toda su esperanza en la salvación
inmerecida que recibirán cuando Jesucristo sea revelado al mundo. Por lo tanto, vivan como hijos
obedientes de Dios. No vuelvan atrás, a su vieja manera de vivir, con el fin de
satisfacer sus propios deseos. Antes lo hacían por ignorancia, pero ahora sean santos en todo lo que
hagan, tal como Dios, quien los eligió, es santo. Pues las Escrituras dicen: «Sean santos,
porque yo soy santo»”(1 Pedro 1:13-16. NTV)
Un momento para reflexionar:
¿Recuerda la serie
de televisión “La dimensión desconocida”?
Sin duda que sí. Muchas generaciones nos levantamos al amparo de los capítulos
que se transmitían diariamente. En particular uno de ellos impactó mi vida. Era
sobre un viaje que promovían al paraíso.
Las escenas mostraban
de qué manera quienes deseaban ir a ese lugar insistían en comprar el boleto.
Otros mostraban desinterés y muchos, sencillamente desistían. Y aun cuando los
que deseaban ir hasta allá trataban de convencer a su familia, generalmente no
encontraban eco a sus pretensiones.
Por fin llegó el día de partir hacia el paraíso.
Millares que no creían, se quedaron. Apreciaban a lo lejos a las personas que
partían con el rostro iluminado por la felicidad. ¡Jamás volverían a verlos!
Igual ocurre en
nuestros días. Se comparten las Buenas Nuevas de Salvación. Las personas se
mantienen renuentes. Desprecian la oportunidad para escapar de la condenación.
Otro fenómeno es que,
si ya conocen al Señor Jesús, viven dominados por la mundanalidad. Cuando menos
lo esperan puede llegar Jesucristo por su pueblo, como lo anuncian las
Escrituras (1 Tesalonicenses 4:13-18). Pregúntese por un instante: ¿Se irá
usted con el Señor Jesús?¿Está viviendo en Santidad?¿Qué le impide vivir en
Santidad?
Puntos de
Reflexión:
Tenga presente siempre este día que somos santos cuando:
a.- Nos disponemos para ser santos
delante de Dios (1 Pedro 1:16)
b.- Mantener íntima comunión con el Señor
Jesús (Juan 15:4, 5, 7)
c.- Dependemos de Dios para vencer la
mundanalidad (2 Corintios 12:9)
Versículo clave:
“Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas,
para que aquel día os sorprenda como ladrón. Porque todos
vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las
tinieblas. Por tanto, no durmamos como los demás, sino
velemos y seamos sobrios.”(1 Tesalonicenses 5:4-6. Reina Valera 1960)
Sermón para compartir en Comunidad:
Si usted es pastor,
obrero o líder y desea compartir el Mensaje de Consagración en la comunidad de
creyentes que tiene a cargo, utilice el siguiente Sermón:
Título: Es
tiempo de recobrar la santidad
Lectura Bíblica: Juan 15:4, 5, 7; 14:15, 21, 25
Introducción:
El Dios que amamos
y en cuya Presencia estamos, es un Dios santo. Ese hecho determina que vivamos
también nosotros en Santidad. Ser santos no es otra cosa que vivir a Cristo,
caminar en Sus mandamientos, permanecer fieles a Él. Esa permanencia en Dios
nos permite experimentar crecimiento constante, y llegar siempre a nuevos
niveles.
I.- Estamos llamados a vivir en
santidad delante de un Dios santo como Aquél a quien servimos
1.-
Nuestro amado Dios es Santo y demanda santidad de Su Pueblo (1 Pedro 1:13-16.)
2.- Un
distintivo de la santidad es guardar los mandamientos de nuestro Dios (Juan
14:15)
a.- Testimonia nuestro amor a Dios (v. 21)
b.- Si guardamos Sus mandamientos, Dios mora en nosotros (v. 23)
c.- Guardar los mandamientos nos asegura permanencia en Dios (Juan 15.10)
II.- Estamos llamados a vivir en
santidad a través de un cambio real y permanente de vida
1.- Cuando
caminamos en Santidad hacemos morir las obras de la carne (Colosenses 3:5)
2.- Las
obras de la carne en nuestra vida están en contravía de la voluntad de Dios
(vv. 6, 7)
3.- La
decisión de renunciar a una vida de mundanalidad es nuestra. Dios no nos
obliga, pero debemos hacerlo si queremos agradarle (v. 8)
4.- La
santidad amerita que nos vistamos del nuevo hombre (vv. 10, 11)
III.- Estamos llamados a vivir en
santidad con ayuda de Dios
1.- Es
necesario renovar nuestra forma de pensar (Romanos 12.2)
2.- Con
ayuda del Señor Jesucristo podemos vencer la inclinación natural al pecado
(Filipenses 4:13)
3.-
Debemos depender de Dios para vencer la mundanalidad que levanta barreras en
nuestra vida espiritual (2 Corintios 12:9)
4.- De la
mano del Señor Jesús podemos llegar al nivel de santidad que Dios espera de
nosotros (Colosenses 1:9-14)
Conclusión:
¿Por qué razón debemos mantenernos en santidad? Porque Dios demanda de
nosotros santidad. Es posible lograr ese nivel cuando desarrollamos intimidad
con el Señor a través de la Oración y la meditación diaria de Su Palabra. No
olvidemos jamás que Jesucristo viene en cualquier momento por su pueblo y
debemos estar preparados para partir (Apocalipsis 3.3; 16:15)
Lectura para el Mediodía: 1 Tesalonicenses 5:1-6
Lectura para la Noche: Mateo 24:33-44
Terminamos la actividad en oración:
“Amado Señor Jesús, Hijo del Dios Altísimo,
reconocemos que el paso del tiempo, la rutina, los problemas económicos o quizá
el trabajo nos han llenado tanto de ocupaciones sin resolver, que hemos dejado
de lado algo sumamente importante: La consagración a ti Hoy reconocemos que si Tú no reinas en nuestro
en nuestra vida y en nuestro hogar, los problemas tenderán a ser mayores a
nivel personal y familiar. Te pedimos que tomes control de nuestra relación de
pareja y con los hijos y nos ayudes a encontrar soluciones cuando surgen
dificultades. Quedamos como familia en tus manos. Amen”
Nota Importante:
Si considera que
este Material resulta enriquecedor y
gratificante en la vida espiritual suya y que puede servirle a otras personas,
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