Es tiempo de buscar alternativas ante la amenaza del divorcio |
El crecimiento de las separaciones dispara las alarmas de una sociedad como
la nuestra en la que millares de niños y niñas deben enfrentar cada año la
disyuntiva de con quién me voy: ¿Con mi papá o mi mamá? A ellos se les conoce
como los “hijos del divorcio”. Tras
la decisión de ir cada cónyuge por su lado, los hijos e hijas crecen en medio
de enormes problemas de inseguridad, agresividad, sensación de rechazo,
inconformidad y desconfianza.
¿Qué hacer? El camino se
enfoca en dos direcciones: La primera permitir que Dios sea quien gobierne la
relación de pareja, y la segunda, procurar la resolución de los conflictos
haciendo acopio del más fuerte cimiento: el amor, seguido de otros ingredientes
fundamentales: Tolerancia, comprensión, renuncia al orgullo y diálogo.