El diálogo en pareja edifica la familia |
Por Fernando Alexis Jiménez
Marco se decidió llamar a su
esposa. Habían discutido en la mañana, a primera hora. Si mal no recordaba,
porque no le dio dinero para comprarse un par de zapatos. “Los vi en la vitrina del centro comercial y son hermosos. Lucirían con
mi vestido fucsia”, argumentó ella. Él insistió que aquél mes no tenían
dinero. “Debemos ahorrar, para pagar la
cuota del auto.”, explicó. A partir de entonces se rompió el diálogo. Diana
no le dirigió palabra, salvo para quejarse cuando él se iba: “Ya no complaces mis gustos; no sé por qué me
casé contigo”.
Y ahora, mientras repicaba el
teléfono, sentía que su corazón palpitaba con fuerza. “Aló…”, respondió ella. “Amor,
quería que habláramos…”, tartamudeó Marco. “No, no quiero hablar contigo”, dijo Diana y colgó el auricular. No
era la primera vez que se rompía todo canal de comunicación. La situación era
desesperante.
¿Le ha ocurrido alguna vez? Si es
así debe tener cuidado. Romper el diálogo es la antesala del distanciamiento que
lleva al divorcio emocional y físico.
Un matrimonio en el que el
orgullo lleva a evitar toda evaluación de ideas, así sean diferentes en cada
uno de los cónyuges, está camino al fracaso.
Un reconocido sicólogo conceptuó:
“La comunicación es esencial en cualquier
relación de pareja porque a través de ella podemos conocer y comprender y amar
a las personas, ya que no se puede amar lo que no conocemos. Además es
importante comunicarnos para que nuestra pareja sepa lo que nos gusta, lo que
pensamos, lo que sentimos, lo que necesitamos o esperamos de la vida y con
esto, nuestra pareja podrá tener un mayor conocimiento en general de nosotros y
podrá entendernos y ayudarnos cuando así lo necesitemos.”
Ahora, esa comunicación puede ser
a través de gestos, con la mirada, una sonrisa, el tono de la voz, los ademanes
que acompañan los palabras y hasta los detalles.
La comunicación llega a ser efectiva
entre los cónyuges cuando, a pesar de las diferencias de opinión, se establece
un canal de diálogo conducente, no a agravar la situación, sino a procurar el
entendimiento. Nos damos una chance para intercambiar ideas, sentimientos y
opiniones, y profundizar en el conocimiento del otro.
Una salida a la crisis de comunicación
Los estudios realizados alrededor
del tema del divorcio apuntan a señalar la mala comunicación de la pareja como
uno de los factores que agrava los conflictos.
¿Qué podemos hacer? El libro de
la familia que es la Biblia, ilustra el asunto con una pregunta: "¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de
acuerdo?" (Amós 3:3). Es una clara advertencia, hecha
muchos siglos atrás, sobre la importancia de dialogar en pareja para llegar a
acuerdos.
Es evidente, entonces, que el
diálogo en el matrimonio reviste singular importancia. Claro que surgirán
desacuerdos. Es normal y previsible. No obstante, no podemos romper los canales
de comunicación. Al respecto el apóstol Pablo escribió: “Si
se enojan, no permitan que eso los haga pecar. El enojo no debe durarles todo
el día.” (Efesios 4:26. Traducción en Lenguaje Sencillo)
Es probable que su relación de
pareja se haya convertido en un tránsito doloroso porque progresivamente se
están desmoronando las posibilidades comunicación. En primer lugar y antes que
reñir, es a Dios a quien acudimos. Él nos ayuda a encontrar salidas para el
laberinto. El segundo paso es disponer el corazón para el perdón. Y, en tercer
lugar, tener la sabiduría necesaria—que proviene de Dios—para esperar el
momento oportuno para hablar con nuestro cónyuge. No rompa, por orgullo o
molestia, los canales de diálogo.
Si aún no ha recibido a Jesucristo
hoy es el día para que tome la decisión de abrir su corazón para que Él tome
control de su vida. Le aseguro que todo será distinto y usted experimentará
crecimiento personal y espiritual.
© Fernando Alexis Jiménez
Léanos en www.mensajerodelapalabra.com y www.guerraespiritual.org
0 comentarios:
Publicar un comentario