Miles de personas en todo momento, hablan en lenguas. No hay secreto: Sólo buscar la Presencia de Dios |
Fernando
Alexis Jiménez
C
|
on frecuencia al término de las
conferencias me preguntan si he tenido la experiencia de hablar en lenguas.
Estoy seguro que no soy el único. Lo más probable es que a usted también le
hayan bombardeado con estos interrogantes.
El asunto, para serle sincero,
no me preocupa. Sí, he tenido oportunidad de hablar en lengua muchas veces.
Eso, por supuesto, no me hace más espiritual que otro cristiano. Lo que me
inquieta es que infinidad de personas consideran que so no hablan en lenguas,
no tienen la llenura del Espíritu Santo. ¡Tremendo error!
Días antes de la pasión,
muerte y resurrección del Señor Jesús, él dijo a sus discípulos “Sin embargo, os digo la verdad. Os conviene que
me vaya, porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros. Pero al
irme, os lo enviaré. Y cuando él venga convencerá al mundo de pecado, de
justicia y de juicio”(Juan 16:7, 8).
Esa es su forma de cumplir una
maravillosa que hizo a sus seguidores: “Y yo
estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”(Mateo 28:20 b).
El Maestro les pidió que se
quedarán en Jerusalén porque ellos recibirían el poder necesario para serle
testigos “… hasta lo último de la
tierra”(Hechos 1:8).
El anuncio tuvo su
cumplimiento cuando estando juntos en el aposento alto “Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y empezaron a
hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía que hablasen”(Hechos
2:4).
Dios nos llena con el Espíritu Santo cuando le buscamos... Hablamos en lenguas y se manifiestan Sus dones sobrenaturales |
Observe dos aspectos de suma
importancia. El primero, que absolutamente la totalidad de los presentes—porque
no huno ningún impedimento—recibieron la llenura espiritual. El segundo, es que
el Espíritu Santo se manifestó en nuevas
lenguas “…según el Espíritu les concedía que
hablasen”.
Pero aquí, sin duda, se
produjo un fenómeno particular. Los congregados en el lugar hablaron lenguas
espirituales que Dios sí entendía; pero milagrosamente, también, otro grupo
hablaba en idiomas conocidos por quienes venían de territorios lejanos. “Estaban atónitos y maravillados, y decían:”¿No son
galileos todos estos que hablan?¿Cómo, pues, les oímos hablar en nuestra lengua
nativa?”(Hechos 2:7, 8).
Hablar en lenguas
El hablar en lenguas no es el
único indicio de que usted tiene el Espíritu Santo. Recuerde que lo recibió
cuando aceptó en su corazón al Señor Jesús como único y suficiente Salvador.
El apóstol Pablo advierte que “...hay diversos dones, pero el Espíritu es el mismo. A
cada uno le es dada manifestación del Espíritu para el bien común” (1 Corintios
12:5, 7).
A continuación describe que
entre los dones se encontraban la palabra de sabiduría, la palabra de ciencia,
la fe, el don de la sanidad, la operación de milagros, el discernimiento de
espíritus, la diversidad de lenguas y la interpretación de las mismas. “Pero todas estas cosas, las efectúa uno y el mismo
Espíritu, y reparte a cada uno en particular como él quiere”(1 Corintios
12:7-11).
¿Se da cuenta que no solo
quien habla en lenguas manifiesta en su vida la presencia del Espíritu Santo?
Ahora, el apóstol Pablo recomienda: “Por eso, el que
habla en otra lengua, pida que se interpreta. Porque si yo otro en otra lengua,
mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto”(1 Corintios 14:13, 14).
Sin duda el Espíritu se está
manifestando en su existencia en consonancia con la consagración con la que
camina delante de dios. ¿Deseos? A todos los seres humanos nos siguen
asaltando, aún cuando somos creyentes. El secreto está en depender del Señor
Jesucristo para que nos fortalezca y podamos vencer la tentación.
El que no hable en lenguas no
necesariamente señala que no tiene la presencia del Señor en usted.
Pablo dijo a los creyentes de
Corintio: “...Procurad los mejores
dones...”(1 Corintios 12:31), dejando cimentado el hecho de que
usted puede también pedir a Dios el don de hablar en lenguas, y sin duda lo
recibirá.
Ese mismo Dios de poder y de
gloria es el que le concederá la fuerza necesaria para vencer la naturaleza
pecaminosa y avanzar con solidez hacia el crecimiento personal y espiritual.
Si no ha recibido a
Jesucristo, hoy es el día para que lo haga. Basta que le abra las puertas de su
corazón. Su vida será transformada. Si tiene alguna inquietud, no dude en
escribirnos a webestudiosbiblicos@gmail.com
o llamarnos al (0057)317-4913705
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