Hoy es el día de emprender una nueva vida con Dios |
Fernando
Alexis Jiménez
A
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lguien dijo que la había
visto. Los familiares no podían creerlo. “Está en un hospital siquiátrico”,
aseguraba. Los demás dudaban.
Su sorpresa
se hizo mayor cuando la vieron, en uno de los largos y espaciosos pasillos del
hospital. Frente a ella se encontraba Sharolyn Jackson, su pariente, hallada
muerta dos semanas atrás, y a quien despidieron en un sentido funeral. “No puede ser—musitó quedamente su hijo--;
esto debe ser una pesadilla”.
No obstante,
Sharolyn insistía en abrazarlos. “Los
amo, los amo a todos; estoy viva y quiero estar a su lado”, repetía con
insistencia.
La mujer de 50 años
había desaparecido, la policía halló un cadáver y su hijo aseguró que era ella.
Todos compartieron por igual, el asombro y la alegría. ¡Había estado muerta,
pero ahora vivía!
Investigaciones
posteriores corroboraron que la difunda no era Sharolyn Jackson sino una
indigente. No se dieron mayores detalles del caso.
De la muerte a la vida
De la muerte a la vida,
sin duda uno de los temas que más despiertan interés. Un amigo, intelectual, se
ríe cada vez que hablamos de la posibilidad de la vida eterna; otro simplemente
se atreve a decir: “Respeto los asuntos
de la religión”
No obstante,
el asunto no es de religión sino de decidirse a vivir, ahora una vida renovada,
y en la eternidad, con Cristo Jesús.
Viene a mi
memoria un relato apasionando que hallamos en la Biblia, específicamente al
capítulo 15 del evangelio de Lucas, encontramos la parábola del hijo pródigo.
Como recordarás, el Señor Jesús se refería a un joven que pidió a su padre la
parte que le correspondía de su herencia y “No
muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una
provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente.”(Lucas
15:13)
En algún
momento de nuestra existencia, todos hemos andando perdidamente. Nos hemos
apartado de Dios y en medio de las crisis, hemos reconocido que vamos camino
del abismo.
Dios nos lleva a experimentar una vida de realización plena... |
Hora de hacer un alto en el camino
La escena siguiente del
hijo pródigo—que nos encarna a todos nosotros--es la terrible hambre que
sobrevino a la tierra y él estaba en una profunda crisis, aguantando hambre y
comiendo lo que sólo consumían los cerdos. “Y
volviendo en sí, dijo !Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia
de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré:
Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu
hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. ” (Lucas
15:17-19)
¿Está usted
atravesando una crisis profunda? le invito para que salga de la profunda cárcel
de desesperación y desesperanza en la que se encuentra sumido. Hoy es el día
para emprender una nueva vida.
Volvamos
entonces, para conocer la ruta a seguir, a la historia del hijo pródigo. Su
padre, que siempre desde que se marchó, le había esperando, lo recibió con los
brazos abiertos. Y pidió que le dieran lo mejor de lo mejor. Al ver esto, el
hermano mayor se enojó. Y dijo a su padre “He
aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has
dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. Pero cuando vino este tu hijo,
que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro
gordo. Él entonces le dijo: Hijo, tú
siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas. Mas era necesario hacer
fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se
había perdido, y es hallado. ” (Lucas
15: 29-32)
Usted y yo
tenemos una nueva oportunidad. Es la que nos ofrece Dios. No hay impedimento
para arrepentirnos y comenzar una nueva existencia. Con ayuda de Dios podemos
lograrlo. Basta que usted se decida, puedo asegurarle que sus días no volverán
a ser los mismos. Dios le espera con los brazos abiertos.
Sharolyn
Jackson emprendió una vida renovada cuando todos la daban por muerta. En su
caso puede ser igual. Dios le ofrece una nueva oportunidad. Reciba hoy a
Jesucristo junto con su familia, le aseguro que no se arrepentirá.
Si tiene
alguna inquietud, por favor no dude en escribirme a webestudiosbiblicos@gmail.com o
llamarnos al (0057)317-4913705
© Fernando Alexis
Jiménez
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