Debemos sembrar principios y valores en los hijos |
Un
estudio de la Universidad de la Sabana, en Colombia, reveló que el 35% de los adolescentes
entre los 12 y los 14 años han tenido alguna experiencia sexual. El porcentaje
más alto lo representan chicos antes que chicas, quienes aseguraron que
recibieron presión de sus amigos para hacerlo o como una forma de expresarle amor a su pareja sentimental.
Otros, porque se dejaron arrastrar por el momento. Para tomar la información se
encuestó a 9.548 adolescentes y jóvenes.
La investigación permitió establecer
que sólo un 30% de los menores de edad tienen algún tipo de filtro en el
computador de su casa para bloquear contenido pornográfico. El 80% de los
adolescentes se conectan a la autopista virtual desde su hogar y el resto desde
su celular, un portátil, el ordenador de un amigo o un computador de la
institución donde cursan estudios.
La sicólogoa, Victoria Cabrera
García, quien estuvo al frente del estudio, dijo que: “Los padres y el contexto educativo en el que se desenvuelven, es decir
los colegios, tienen que preocuparse por estos temas y darle una debida
orientación a los jóvenes cuando manifiestan que quieren iniciar su vida sexual
como consecuencia de la presión de su grupo de amigos o porque piensan que
están pasados de moda. Los
investigadores estamos convencidos que entre más se posponga el inicio de la
actividad sexual de los adolescentes y jóvenes es no solo mucho mejor sino más
sano y más saludable porque será producto de una decisión asertiva, consciente.”(Diario
Occidente. Colombia. 16/06/2014. Pg. 7)
Sin duda, usted y yo como padres
tenemos sobre los hombros una enorme responsabilidad. Gira alrededor de tomar
tiempo, el que sea necesario, para despejar los interrogantes de nuestros hijos
sobre su vida emocional y el ejercicio de su sexualidad.
El peor error es eludir temas que
nos hacen sonrojar. Si no los orientamos como padres, sobre la base del grado
de influencia que ejercemos en ellos, serán nuestros hijos quienes opten por
informarse buscando otros medios, muchos de los cuales no son la mejor vía.
De la mano con esa decisión de
dedicarles tiempo, está el sembrar en sus vidas principios y valores, y
prepararles para los retos de su juventud. A este tema se refirió el apóstol
Pablo cuando le escribió a Timoteo: “Por tanto, si alguno se limpia de estas cosas , será un vaso para honra,
santificado, útil para el Señor, preparado para toda buena obra. Huye, pues, de las pasiones juveniles y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los
que invocan al Señor con un corazón puro. Pero rechaza los razonamientos necios e ignorantes, sabiendo que producen
altercados.”(2 Timoteo 2:21-23. La Biblia de Las Américas)
La sociedad en la que se
desenvuelven nuestros hijos, genera muchas presiones sobre ellos. Y es
precisamente el tipo de peligros que debemos evitar porque generalmente los
padres nos enfocamos en las hijas, en protegerlas, y dejamos lado a los chicos.
¡Nuestros hijos también merecen especial cuidado!
No podríamos despedirnos sin antes
invitarle para que le abra las puertas de su corazón a Jesucristo. Puedo
asegurarle que no se arrepentirá.
Léanos en www.mensajerodelapalabra.com y www.guerraespiritual.org
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