Es tiempo de recobrar el liderazgo familiar |
Fernando Alexis Jimémez
Lorena, su hija adolescente, levantó sus hombros en señal
de protesta e hizo un gesto de desagrado, cuando Roberto le mandó arreglar el
cuarto. Lucía su esposa escuchaba desde la cocina y se limitó a decir alguna
cosa, que él no entendió. ¡Su hogar era un caos!
Y con ese pensamiento llegó al día
siguiente al trabajo, y tras meditar en el asunto muchas horas, concluyó que
todo se debía a la pérdida de liderazgo en su vida personal y familiar. ¡Nadie
le prestaba atención en casa ni en la oficina! “Hay que hacer algo”, murmuró mientras se tomaba un cafecito. Y en
ese preciso instante, se decidió a cambiar. Revisar errores y aplicar
correctivos. El más importante: pasar tiempo con su esposa e hijos, escucharles
más que hablar a toda hora, y mostrar consideración hacia todos.
¿Está viviendo un mal momento como consecuencia de
perder su liderazgo? Si es así, hoy es el día para dar un giro en su vida. Hay
oportunidad, viene de Dios. Basta que dispongamos el corazón.
El sicólogo, autor y conferencista norteamericano,
Daniel Goleman, lo explica en los siguientes términos: “Los centros cerebrales primitivos de la emoción albergan las
habilidades necesarias tanto para gobernamos adecuadamente a nosotros mismos
como para desarrollar nuestras aptitudes sociales, habilidades, todas ellas,
que constituyen una parte muy importante del legado evolutivo que ha permitido
la supervivencia y adaptación del ser humano.”(Daniel Goleman. “La práctica de
la inteligencia emocional”. Editorial Kairós. 1998. Barcelona, España. Pg. 10)
Tiempo de cambio
Siempre hay tiempo para hacer un
alto en el camino e imprimir correcciones a nuestra vida. Tiempo para cambiar.
Tiempo para vivir. Tiempo para reemprender el camino.
“Dejé a mi esposa y a mis dos hijos
abandonados; hoy escuché el mensaje de Dios, y voy en búsqueda de ellos”,
admitió un abogado que recibió a Jesús tras escuchar una conferencia. Para él,
disponerse a cambiar trajo como consecuencia abrir su vida a la familia, a
ofrecerles tiempo y amor. ¡Descubrió que siempre hay oportunidad—de parte de
Dios—para comenzar otra vez! Y si hemos cambiado interiormente, podremos
ejercer un adecuado liderazgo personal y familiar.
El
profeta Jeremías fue el vaso utilizado por Dios para transmitir el siguiente
mensaje a Israel y a nosotros hoy: “Entonces dijo así el SEÑOR: Si
vuelves, yo te restauraré, en mi presencia estarás; si apartas lo precioso de
lo vil, serás mi portavoz. Que se vuelvan ellos a ti, pero tú no te vuelvas a
ellos. Y te pondré para
este pueblo por muralla de bronce inexpugnable; lucharán contra ti, pero no te
vencerán, porque contigo estoy yo para salvarte y librarte--declara el SEÑOR.…”(Jeremías
15:19, 30. La Biblia de Las Américas)
Puedo
asegurarle que si creyó alguna vez que había llegado al final del camino, se
equivocó. Basta que haga un alto en su caminar diario, evalúe cómo anda su
relación con Dios, su vida personal y el trato a su familia. Si se dispone a
cambiar, dependiendo del Señor en todo momento, podrá emprender el liderazgo y
nivel de influencia que siempre anheló.
Por
último una invitación, la mejor que jamás haya escuchado: Reciba a Jesús como
su Señor y Salvador. Es un paso no solo necesario sino que le abrirá las
puertas a una nueva vida. No se arrepentirá de abrirle las puertas de su
corazón a Jesucristo.
Léanos en www.guerraespiritual.org y www.mensajerodelapalabra.com
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