En la cruz el Señor Jesús nos hizo libres de toda acción del mundo de las tinieblas |
Fernando
Alexis Jiménez
L
|
a
maldad está ligada a los pensamientos y acciones de nuestro adversario
espiritual: Satanás. No encuentro mejor ilustración para graficarlo, que una
fábula que leí y hoy comparto con usted:
“Hace
algún tiempo, una pequeña tortuga se encontraba retozando en un riachuelo
disfrutando de una soleada mañana, sin ninguna preocupación, al poco tiempo
escucho que una voz la llamaba desde una de las orillas del río:
-Tortuga, tortuguita, ven por favor-.
Como
todos sabemos, las tortugas de río son básicamente animalillos de buen corazón,
así que sin dudarlo un segundo la tortuga se acerco confiadamente a la voz que
la llamaba.
Al
llegar a la orilla del río, la tortuga se llevo un gran susto al advertir que
el dueño de la voz que la llamaba era un escorpión negro: son extremadamente
peligrosos. La tortuga --ingenua al fin y al cabo-- le pregunto sin acercarse a
la orilla:
--¿Qué quieres de mi escorpión?-
El
otro respondió:
--Pequeña tortuga, tengo una urgencia y debo
cruzar hacia el otro lado del río. ¿Serias tan amable de ayudarme a cruzar
llevándome sobre tu lomo?--
La
tortuga solo tardó un instante en pensar que ahí había gato encerrado y
rápidamente le contestó:
--No te puedo llevar porque eres un escorpión y en cuanto me
acerque a ti, me vas a picar y moriré--
Al
escuchar estas palabras el escorpión rompió a llorar a mares y usando un tono
lastimero le dijo a la tortuga:
--Es verdad, créeme: necesito cruzar al otro
lado y no tengo tiempo para dar un rodeo; es una pena que no me quieras ayudar
solo por que soy un escorpión. No tengo la culpa de ser lo que soy--
La
pobre tortuga, que era de buen corazón, estuvo a punto de ayudarle al escuchar
el llanto del que pedía su ayuda, pero recordó los escorpiones son bichos capaces
de picar a otro y matarlo, así que comenzó a alejarse y le dijo al escorpión:
--Lo siento mucho, pero no debo de ayudarte por
que me matarías--
El
escorpión desesperado le dijo:
--Tortuguita, por favor espera; te propongo lo
siguiente: ¿Sabes que yo no se nadar verdad?-
--Si…--, contesto la tortuga un poco
intrigada.
--¿Y sabes también, que lo único que a mi me
interesa es cruzar al otro lado verdad?-
--Si…--, respondió una vez mas la tortuga.
--Pues entonces, ¿que te parece si solo te
acercas a la orilla lo suficiente para que yo pueda llegar a tu lomo mediante
un salto?. De ese modo estarás segura de que no te puedo picar cuando te me
acerques; también estarás segura de que no te puedo picar cuando me estés
llevando por que si te hundes tu, pues yo también me hundiría y moriría junto
contigo; además al llegar a la otra orilla me dejas a la distancia justa de un
brinco y si desperdicio mis fuerzas en tratar de picarte, pues no voy a llegar
a la orilla y me voy a ahogar--, argumentó el escorpión y por último agregó:--Por favor tortuga, por favor hazme ese gran
servicio, sabes que si te pico pierdo yo tanto o más que tu—
La
pobre tortuguita no sabía qué hacer y repaso mentalmente el plan del escorpión.
Pensó para sus adentros “Debe estar muy
desesperado para pasar al otro lado ya que esta poniendo su vida en mis manos”
y sin más, se decidió.
-Esta Bien-- le dijo --. Súbete, te llevo--.
El
escorpión muy agradecido salto a lomos de la tortuga y ésta inicio su recorrido
silbando una alegre melodía; sin embargo
al llegar a la mitad exacta del río, la tortuga sintió el terrible piquete del
escorpión en la base de su cuello. Atónita, al tiempo que sentía como su cuerpo
se entumecía y comenzaba a hundirse, solo pudo voltear a ver al escorpión y
preguntarle:
--¿Que paso? Me picaste y ahora los dos nos hundiremos. ¿Por qué lo hiciste?—
El
escorpión le respondió antes de
ahogarse:
--No lo pude evitar, mi naturaleza es picar…--
Moraleja: Lo único a lo que nadie puede traicionar, es a su propia naturaleza.
La naturaleza de Satanás se orienta a la destrucción de la obra más grande de Dios: usted y yo. A pesar de nuestros pecados, nos amó tanto que en Su Hijo Jesús trajo redención (Cf. Juan 3:16)
¿De dónde surgen
Satanás y sus huestes de maldad?
El profeta Isaías quien ejerció su ministerio
alrededor del año 700 a .C.
durante los reinados de Uzías, Jotán, Acaz y Ezequías, hace una vívida
descripción de la figura de Satanás, poniendo de relieve varios aspectos que rodean a nuestro mayor
adversario espiritual: orgulloso, ambicioso, no valoraba el estar cerca de Dios
sino que quería estar por encima de Dios.
El texto señala: “Aquí vinieron a parar tu orgullo
y tu música de cítaras. Tu cama es podredumbre, tus mantas son gusanos. “¡Cómo
caíste del cielo, lucero del
amanecer! Fuiste derribado al suelo, tú que vencías a las naciones. Pensabas
para tus adentros: ‘Voy a subir hasta el cielo; voy a poner mi trono sobre las
estrellas de Dios; voy a sentarme allá lejos en el norte, en el monte donde los
dioses se reúnen. Subiré más allá de las nubes más altas; seré como el
Altísimo’.Pero en realidad has bajado al reino de la muerte, a lo más hondo del
abismo! Los que te ven se quedan mirándote, y, fijando su atención en ti,
dicen: ‘¿Es este el hombre que hacía temblar la tierra, que destruía las
naciones, que dejó el mundo hecho un desierto, que arrasaba las ciudades y no
dejaba libres a los presos?.”(Isaías 14:11-17, versión Dios habla hoy)
Ese relatos nos explicaría por qué mientras que en
Génesis 1:1 se nos habla de la creación de Dios, en el versículo 2 nos
encontramos que había caos. La mayoría de los estudiosos de las Escrituras
coinciden en señalar que ese desbarajuste de connotaciones universales se
produjo como consecuencia de la rebeldía de Satanás.
Esto tiene estrecha relación con la descripción que
hace el apóstol Juan: “Después hubo una gran batalla en
el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el
dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para
ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente
antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue
arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. ”(Apocalipsis
12:7-9, versión Dios habla hoy).
Los ángeles caídos se convirtieron en el ejército de
Satanás, y son quienes cumplen sus órdenes en un muy bien estructurado esquema
jerárquico (Cf. Efesios 6.12)
Dios nos llama a una vida apacible, libre de ataduras de las tinieblas |
Satanás traicionó
la confianza de Dios
De acuerdo con las citas Escriturales, encontramos que
Satanás tuvo un lugar de privilegio en la presencia de Dios, tenía poder y lo
ejercía sobre la creación; pese a ello, traicionó a su Creador y acarreó con
las consecuencias, como lo describe el profeta Ezequiel, quien ejerció su
ministerio antes de la caída de Jerusalén, en el 597 a .C, aproximadamente:
“El
Señor se dirigió a mí y me dijo: “Tú, hombre, entona un canto fúnebre al rey de
Tiro. Dile: ‘Esto dice el Señor: Tú eras modelo de perfección, lleno de
sabiduría y de perfecta belleza. Estabas en Edén, el jardín de Dios, adornado
con toda clase de piedras preciosas: rubí, crisólito, jade, topacio, cornalina,
jaspe, zafiro, granate y esmeralda; tus joyas y aretes eran de oro, preparados
desde el día en que fuiste creado. Te dejé al cuidado de un ser alado, estabas
en el monte santo de Dios y caminabas entre las estrellas. Tu conducta fue
perfecta desde el día en que fuiste creado hasta que apareció en ti la maldad.
Con la abundancia de tu comercio te llenaste de violencia y pecado. Entonces te
eché de mi presencia, te expulsé del monte de Dios, y el ser alado que te
protegía te sacó de entre las estrellas. Tu belleza te llenó de orgullo; tu
esplendor echó a perder tu sabiduría. Yo te arrojé al suelo, te expuse al
ridículo en presencia de los reyes. Tantos pecados cometiste y tanto te
corrompiste con tu comercio, que llegaste a profanar tus templos. Entonces hice
brotar en medio de ti un fuego que te devorase. Todos pueden verte ahora en el
suelo, convertido en cenizas. Todas las naciones que te conocen se
espantan al verte. Te has convertido en algo terrible; ¡para siempre has dejado
de existir!’.”(Ezequiel 28:11-19)
Observe cuidadosamente que el texto evidencia que
Satanás, en esta profecía es presentado como un ser que estuvo en Edén, con
dominio universal hasta tal punto que se movía “entre las estrellas”. Gozó de enormes privilegios hasta que el
pecado anidó en su corazón. Y el pecado se unió a la violencia, que es la misma
que despliega contra la creación de Dios, que somos usted y yo. Dejó de lado la
sabiduría que le asistió cuando fue creado y cayó en la insensatez, obrando con
locura.
Satanás y sus
huestes operan en el mundo
Satanás
ha desplegado su ataque sobre todo lo creado y las Escrituras le identifican
como el Dios de este siglo (Cf. 2 Corintios 4:49) Su propósito indeclinable es
frustrar el plan eterno de Dios para la humanidad. El orgullo lo sigue
dominando, el que lo lleva a la caída y derrota (Cf. Isaías 14:13; Ezequiel
28:17; 1 Timoteo 3:6). Desde su posición, sigue siendo un acusador nuestro (Job
1-2; Zacarías 3; Lucas 22:31; Apocalipsis 12:10).
Nuestro adversario y su equipo enorme de colaboradores
en el mundo de las tinieblas son reales; no en vano a Biblia hace más de 300 alusiones
a su existencia, lo mismo que a sus agentes de maldad. Su nombre, que significa
“adversario, enemigo”(Cf. Mateo13:39,
1 Pedro 5:8). A su turno, Diablo: Quiere decir "Calumniador, tentador" (Cf. Lucas 4:2), mientras que
Lucifer—que es otra de las designaciones como se le conoce universalmente--, es
vertido al español como "ángel de la
luz", que trae engaño.
Pese al despliegue espectacular que hace, en procura
de hacer sentir que tiene poder, nuestro enemigo está vencido. Pese a sus
ataques (Cf. Lucas 22:31) el Señor Jesús lo venció, destruyendo sus obras (Cf.
1 Juan 3:8). Lo derrotó con Su obra redentora en la cruz a favor de los
pecadores.
En el Gólgota, nuestro Salvador Jesucristo, lo
avergonzó, exhibiéndolo públicamente derrotado (Cf. Colosenses.2:15; 1 Juan
4:4). No hay razón, por tanto, que los cristianos estemos de nuevo sujetos a la
esclavitud, ya que por la redención del amado Hijo de Dios, "El Padre nos
libró del poder de las tinieblas y nos trasladó al reino del Hijo de su amor"
(Colosenses 1:13).
Cuando comprendemos el origen de Satanás, su rebeldía
para con Dios y de qué manera opera en el mundo, lo reconocemos como nuestro
enemigo. Ahora bien, en la propia Palabra hallamos noticias alentadoras:
Jesucristo ya lo venció y nos corresponde—a usted y a mi—ejercer autoridad
sobre su gobierno de maldad.
Usted es soldado de Cristo. Levántese. Está llamado a
vencer…
Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirme a pastorfernandoalexis@gmail.com
o llamando al (0057)317-4913705.
© Fernando
Alexis Jiménez
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