Es tiempo de abrir los ojos a nuestra realidad y ver cómo andamos |
Por Fernando Alexis Jiménez
Llevaba
once años sin ver. Ya hasta había olvidado los colores hermosos de un atardecer
y la forma como, progresivamente, se iban conjugando matices de azul y amarillo
cuando el sol despertaba perezoso en las mañanas. Once años de oscuridad. Lisa
Reid se había acostumbrado a caminar con un perro guía y un bastón. “Era parte de mi día a día”, le dijo a
sus conocidos.
Sin embargo su historia cambió el
día que tuvo un accidente al agacharse a besar a su mascota. Se golpeó contra el borde de una mesa. Se tomó
la cabeza, pero su sorpresa fue mayúscula al día siguiente abrió los ojos y
¡Veía! Un verdadero milagro.
Lisa Reid es
una mujer de Nueva Zelanda con un tumor que le apretaba el nervio óptico y eso la había
convertido en una persona ciega. El incidente que cambió su historia
ocurrió el 15 de noviembre del 2000.
"Nadie
sabe qué pasó ni puede explicarlo", le dijo la mujer al Daily Mail. "Ver otra vez el mundo visualmente es un regalo", aseguró Reid.
El 16 de noviembre del
2014 se cumplieron 14 años desde que Reid recuperó su vida y cada año que pasa,
la Asociación de Nueva Zelanda para Ciegos recuerda su historia para poder
recaudar fondos y poder crear concientización en la población en la Semana
de la Ceguera.
Uno
de los más grandes regalos de Dios para nuestra vida, es la capacidad de ver.
Perder la visión es algo traumático y nos priva de apreciar las maravillas de
la creación, a las personas, al mundo que nos rodea.
En
alguna ocasión un hombre ciego por muchos años fue sanado por Jesús, el Señor.
Los judíos inmediatamente cuestionaron el milagro. Recriminaron al invidente.
Querían que le restara méritos al portento ocurrido en su vida. Leemos en las
Escrituras: “Por segunda vez llamaron al hombre que había
sido ciego y le dijeron: Da gloria a Dios; nosotros sabemos que este hombre es
un pecador. Entonces él les contestó: Si es pecador, no
lo sé; una cosa sé: que yo era ciego y ahora veo…”(Juan 9:24, 25.
La Biblia de Las Américas)
Un
pasaje bíblico sencillo que nos lleva a recordar que el Dios en el que hemos
creído, es un Dios de milagros, pero también nos lleva a reflexionar que es
tiempo de abrir los ojos a la realidad que nos rodea. Evaluarnos y revisar cómo
anda nuestra vida espiritual, familiar, el desenvolvimiento en el trabajo; qué
errores cometemos que deben ser corregidos. Abrir los ojos para cambiar, para
mejorar, para emprender una nueva vida. Hoy es el día para tomar esa decisión.
Si
aún no ha recibido al Señor Jesús, le invito para que lo haga. Puedo asegurarle
que prendido de la mano del Señor Jesús emprenderá una nueva vida. Hágalo
ahora. No se arrepentirá.
Léanos en www.guerraespiritual.org y www.bosquejosparasermones.com
0 comentarios:
Publicar un comentario