Es tiempo de afianzar las relaciones interpersonales en familia |
Por Fernando Alexis Jiménez
Si hay un problema que se ha tornado común a los
matrimonios, es que esposos y esposas se quejan de no recibir demostraciones de
amor por parte de su pareja. “Ya no me
quiera”, se lamentan ellas y, ellos—por su parte—consideran que en muchos
casos las demostraciones afectivas son parte del pasado, que se quedaron en los
recuerdos del noviazgo.
El
asunto demanda atención porque la
relación de pareja se enriquece cada día y se va irradiando también a nuestros
hijos. Ellos reciben del amor que como pareja nos prodigamos. Y a su vez, cuando crezcan, demostrarán ese
amor al interior de sus propias familias.
¿Cómo demostrar el amor a la familia? Es un
interrogante que procuraremos despejar hoy.
Es común que al
escuchar que se cometen fallas al interior de la familia, atribuyamos
esa situación a otros hogares. “En el
nuestro no es así”, decimos. Pero, ¿en realidad su casa es un lugar en el
que cónyuge y sus hijos pueden decir:
Recibimos demostraciones de amor? Es una pregunta que no debe quedar en el aire
sino que, dada la importancia que reviste, demanda que la respondamos con el
corazón.
Es
más, conforme demostramos el amor a los componentes del círculo familiar, vamos
descubriendo qué es lo que realmente les llena emocional y afectivamente: Una
caricia, una palabra de aliento, un abrazo. Es un proceso que se surte con el
tiempo y del cual no podemos esperar resultados de la noche a la mañana. Poco a
poco vamos aprendiendo.
El
afamado autor cristiano, Gary Chapman, brinda una apreciación que debemos tener
en cuenta: “Muchas parejas se aman
sinceramente, pero no expresan el amor de manera eficaz…. Descubrir cuál es la
forma en la que su ser amado se siente valorado y querido, es un paso
importante para desarrollar eficazmente maneras de expresar el amor.”(Gary
Chapman. “Los cinco lenguajes del amor – Devocionales”. Editorial Tyndale
House. 2012. EE.UU. Devocional 02/02)
Amar
y saber expresarlo es una tarea en la que debemos comprometernos cada día. No es algo opcional, sino un
imperativo que compartió con nosotros el amado Señor Jesús cuando dijo: “Así que ahora les doy un nuevo mandamiento:
ámense unos a otros. Tal como yo los he amado, ustedes deben amarse unos a
otros. El amor que tengan unos por otros será la prueba ante el mundo de que
son mis discípulos».(Juan 13:34, 35. NTV)
¿Cómo
saben las personas alrededor nuestro que somos realmente cristianos? Porque
sabemos de qué manera expresar el amor. Es un distintivo, una característica
que marca la diferencia donde quiera que nos encontremos. Y el primer lugar
donde lo tornamos evidente, es en nuestra familia.
El
amor tiene tres componentes que debemos demostrar a nuestro cónyuge y a
nuestros hijos: Compromiso, entrega y
perseverancia. Si hay compromiso, entenderemos que nuestra familia es muy
importante para nosotros; si hay entrega, daremos lo mejor de nosotros para
nuestro cónyuge e hijos, y si hay perseverancia, no nos daremos por vencidos
fácilmente. Daremos nuevos pasos cada día.
Si no
ha recibido a Jesús como su Señor y Salvador, hoy es el día para que lo haga.
Puedo asegurarle que no se arrepentirá.
©
Fernando Alexis Jiménez – Léanos en www.mensajerodelapalabra.com y www.selecciondeestudiosbiblicos.org
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