La internet y la televisión son peligrosas por lo que ven nuestros hijos, que puede abrir puertas al enemigo |
Por
Fernando Alexis Jiménez
Ricardo es un chico de
13 años, aficionado a las películas de terror, que terminó internado en una
clínica siquiátrica de Buenos Aires, Argentina, para tratar un cuadro irregular
de comportamiento. Se levantaba gritando en las noches. Veía imágenes
fantasmagóricas que le robaban la paz.
Se comprobó tiempo después, que era aficionado a ver
películas de terror. Un especialista cristiano consultado atribuyó ese hábito
como la puerta a través de la cual entraron demonios que procuraban dominar su
mente y por tanto, su comportamiento.
Las películas de terror que cobraron mucha fuerza en la
década de los setentas y que tuvieron su filme emblemático en El Exorcista, han
ido avanzando en elementos alucinantes y que recrean la existencia de demonios,
hasta dominar no solo la Internet sino la televisión hoy día.
El reportero Andrés Hoyos Vargas,
escribió: “Aunque siempre ha tenido su
espacio en la TV, es ahora cuando ha logrado brillar de manera contundente,
mezclando géneros, reviviendo recetas macabras y hasta copiando paso a paso
algunos elementos que se convirtieron en hitos en el cine. Por eso, no es
casualidad que la quinta temporada de The Walking Dead haya logrado más de 22 millones de
seguidores en el estreno de su primer episodio en ese ciclo (contando
contenidos de demanda legal a través de internet) relatando, en esencia, la
consabida guerra contra una infección zombi. Una trama no tan novedosa, pero
que en esta serie ha sabido explorar elementos sociológicos y de una tensión
dramática que sobrepasa a las tripas y el exceso de hemoglobina habituales.”(El
Tiempo, Colombia. 02/11/2014. Pg. 6)
Este inusitado fenómeno se refleja
también con la cuarta temporada de la serie de televisión American Horror Story: Freak Show, del productor Ryan Murphy que, tras la
aceptación inicial decidió incluir en su repertorio casas malditas, hospitales psiquiátricos
llenos de monstruos y brujas viajando a través del tiempo, antes de convertirse
en uno de los mayores éxitos del canal estadounidense FX. En una sola emisión
de la serie llega a tener hasta 6 millones de espectadores.
¿Por qué este creciente auge de
películas de terror al tiempo que muchas personas evidencian trastornos de
sueño, pesadillas, alteración del sistema nervioso, influencia en el
comportamiento, posesiones o influencia demoníaca? La respuesta es sencilla:
Los demonios se metieron en casa. Y se utiliza una estrategia muy básica pero
eficaz: La televisión.
Películas de terror, entrada a los demonios
Quienes
ministramos liberación en las personas podemos afirmar sin la menor duda que las
películas constituyen otra forma de abrir puertas al mundo de lo oculto y se
convierte en un vehículo para el ingreso de demonios en las personas. Las más
comunes son la consulta a médiums, brujas, adivinos; asistir a sesiones de
espiritismo o de santería; consultar el tabaco, el chocolate, la tabla ouija y
algo que muchos pasan por alto: Las relaciones sexuales ilícitas.
La iniciativa de los productores
cinematográfico, entre los cuales hay sinnúmero de ocultistas, resulta
apropiada porque a través de la televisión pueden entrar de manera inadvertida
en los hogares.
Esta sutil invasión es advertida
desde hace siglos por las Escrituras cuando, cuando el apóstol Pablo escribió: “Porque los
tales son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como
apóstoles de Cristo. Y no es de extrañar, pues aun Satanás se disfraza como ángel de
luz. Por tanto, no es de sorprender que sus
servidores también se disfracen como servidores de justicia; cuyo fin será
conforme a sus obras.”(2 Corintios 11:13-15)
¿Se manifiesta de inmediato la
posesión o influencia demoníaca como consecuencia de ver películas de terror?
Generalmente no.
Bob
Larson, el afamado ministro de liberación escribe: “Una de las preguntas más frecuentes que se formulan en el área de
liberación es ésta: “¿Puede una persona tener un demonio sin saberlo?”. La
respuesta es afirmativa. Es más, cuando las personas me preguntan calmadamente
si están poseídas por un demonio, su consulta por lo general es una indicación
de que no lo están. Aún cuando los
demonios se sientan obligados a desafiar al ministro de liberación mientras se
ora por una persona, casi nunca se manifiestan si no se les amenaza.”(Bob
Larson. “En el nombre de Satanás”. Editorial Vida. 1996. EE.UU. Pg. 56)
Los demonios entran en las personas,
generalmente aficionadas a películas de terror, y no evidencian su presencia
inmediatamente sino con el paso del tiempo. Lo que sí es evidente es el
comportamiento en su forma de pensar y de actuar. Progresivamente se van dando
cambios en quien se encuentra bajo esa calamitosa situación.
Los demonios: Seres malvados y hábiles
¿No le
despierta curiosidad que los monstruos de las películas de terror sean cada vez
más atemorizantes? Se tornan familiares a niños y adultos. Es la antesala de su
aparición a la vida de muchas personas. Les pierden el miedo. Cuando entran a
obrar con maldad, las personas los asimilan fácilmente, ya no les despiertan
terror.
Los demonios inicialmente fueron
seres angelicales, creados por Dios. Cuando Satanás se rebeló, arrastró la
tercera parte de los ángeles y fueron arrojados a la tierra.
En las Escrituras leemos que tienen
unas características sobrenaturales muy especiales: Fuerza física (Marcos 5:4);
pueden influir en curaciones (Apocalipsis 13:12); obran señales maravillosas
(Apocalipsis 13:13); pueden llevar a que los objetos inanimados en apariencia
tengan voz (Apocalipsis 13:15). Otro elemento es que no tienen límites de
espacio (Lucas 8:30)
Los demonios serán juzgados
Aunque
tienen relativo poder, tal poder no es ilimitado. Entran a poseer personas o a
ejercer influencia en ellos. Recuerde que como ocurrió hace más de cuatro mil
años, ellos necesitan corporizarse (Génesis 6:1-4).
Su final es la condenación eterna
(Mateo 25:41) porque serán encarcelados en prisiones (Apocalipsis 20:1; 2 Pedro 2:4; Judas 6).
Aun cuando los demonios estén
utilizando novedosas estrategias para meterse en las casas y tomar vidas
mediante las películas de terror, como cristianos debemos asumir la autoridad
que tenemos en Cristo y enfrentarlos, echarlos fuera de aquellos que están
poseídos y traer libertad a los cautivos por el poder de Jesucristo.
Es tiempo de actuar, ahora,
prendidos de la mano del Señor Jesús…
© Fernando Alexis Jiménez – Léanos en www.selecciondeestudiosbiblicos.org
y www.guerraespiritual.org
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