El salto de la pluma fuente al bolígrafo, y de ahí al
computador, marcó un cambio drástico en la historia del hombre. Todo se
sintetiza en modernidad. Pero aún la tecnología falla. ¿En qué momento? Cuando
a la computadora portátil entra un virus, por ejemplo. O quizá cuando es
vulnerable a los ataques de los piratas informáticos. Destruye en cuestión de
segundos lo que nos tardó días, semanas y meses construir.
Sin
duda todos hemos vivido alguna vez esta experiencia. Quizá utilizamos un
dispositivo desconocido, pero simplemente nos confiamos, y terminó contaminando
toda la computadora. ¿Qué sentimos? Sin duda frustración y nos preguntamos, una
y otra vez, por qué fuimos tan ingenuos de no verificar antes de utilizarlo.
Igual
la vida del ser humano cuando está distante de Dios. Se ve golpeada por crisis
y la desesperanza. Pierde el control de su existencia. Lo grave es que, cuando
por fin tiene un encuentro personal con el Señor Jesús, el cristiano olvida que
está enfrentado a tentaciones, tal como lo advirtió el apóstol Pedro: “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el
diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al
cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van
cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.“(1 Pedro 5:8, 9). Si
nos descuidamos, vienen los reveses espirituales.
Jamás olvide que una forma eficaz de permanecer firmes como
cristianos, es caminar de la mano del Señor Jesucristo, reconociendo que no es
en nuestras fuerzas sino en las de El que vamos a vencer...
La mejor decisión de todo ser humano es recibir a Jesucristo en el corazón. Él puede transformar—desde lo más profundo de nuestro ser—la forma de pensar y de actuar. Nosotros experimentaremos ese cambio y será visite ante los demás. ¿Cómo hacerlo? Muy sencillo. Ábrale las puertas de su corazón con una oración sencilla. Puedo asegurarle que no se arrepentirá, al contrario, emprenderá el maravilloso camino hacia el crecimiento personal y espiritual.
La mejor decisión de todo ser humano es recibir a Jesucristo en el corazón. Él puede transformar—desde lo más profundo de nuestro ser—la forma de pensar y de actuar. Nosotros experimentaremos ese cambio y será visite ante los demás. ¿Cómo hacerlo? Muy sencillo. Ábrale las puertas de su corazón con una oración sencilla. Puedo asegurarle que no se arrepentirá, al contrario, emprenderá el maravilloso camino hacia el crecimiento personal y espiritual.
Léanos en www.bosquejosparasermones.com y www.mensajerodelapalabra.com
0 comentarios:
Publicar un comentario