No se haga partícipe de las murmuraciones

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No podemos hacernos partícipes de las murmuraciones
contra otras personas

Fernando Alexis Jiménez
Aun cuando el boticario se atrevía a decir, en el marco del parque principal, que en ese pueblo eran tan honrados que ni siquiera alguien se atrevía a robarle un beso a su novia, un día cualquiera se encontraron con la sorpresa de que las campanas de la parroquia habían desaparecido. Sólo dejaron una manilla y dos  nudos. Todos estaban espantados: desde el alcalde, pasando por el cura hasta las viejas beatas que no paraban de rezar en las tardes, al calor del sol cuando menguaba.
            Y comenzaron a tratar de determinar quién sería el ladrón. Tanto elucubraron, atando cabos, que pronto coincidieron que un mendigo que dormía en las sillas de la plaza, era el autor del hurto. Y sin más, lo encarcelaron. Estuvo tres meses preso.
           

Cuidado con la trampa demoníaca de la infidelidad

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Cuando cae en infidelidad, destruye su vida y la
de su familia

Fernando Alexis Jiménez
L
ucía se tomó el trabajo de velar porque su esposo estuviera sumido en un sueño profundo. Se acercó a la mesita de noche, sacó el celular de Rodrigo y miró los mensajes enviados. ¡Allí estaba la evidencia! Había dirigido siete frases amorosas a una joven que, comprobó tiempo después, era compañera de la oficina. Le estaba siendo infiel. Un golpe bajo. Lo sintió en el alma. Pensó en sus dos hijos, pero también en su dignidad. Decidió separarse…
            La infidelidad –cualquiera sea su forma—trae dolor a los cónyuges y destruye la vida de los hijos. Les desencadena inseguridad, dificultades de concentración escolar, problemas para relacionarse con otras personas y, lo más grave, se podría repetir el mismo patrón: es decir, ellos una vez crezcan podrán repetir la misma historia: separarse.

¿Qué cuidados tomar con la imposición de manos?

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Es necesario ser cuidadosos respecto a quién nos impone manos

Fernando Alexis Jiménez
La imposición de manos ha generado sinnúmero de controversias. Hoy día, sin fundamento bíblico, se han articulado muchas corrientes de opinión y hasta doctrinas que han generado más detrimento que beneficio a la iglesia cristiana. ¿Por qué razón? Porque –por ejemplo—muchos de los que realizan imposición de manos, literalmente “empujan” a la persona por la que oran para que caigan al piso.

            Eso, por supuesto, no es necesario. Cuando el Espíritu Santo se mueve en medio nuestro, obra como quiere.

El secreto de la oración: Pedir y recibir

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Jamás olvide, el secreto de la oración es la perseverancia

Fernando Alexis Jiménez
¿
Por qué no recibimos milagros, bendiciones, orientación y el enorme abanico de beneficios que nos corresponden como hijos de Dios? La respuesta es sencilla: porque no oramos a Dios. No nos acercamos a Él para pedirle, y quien no pide, no recibe tal como enseñó nuestro amado Salvador Jesucristo: Así que les digo, sigan pidiendo y recibirán lo que piden; sigan buscando y encontrarán; sigan llamando, y la puerta se les abrirá. 10Pues todo el que pide, recibe; todo el que busca, encuentra; y a todo el que llama, se le abrirá la puerta.”(Lucas 11: 9, 10)

Pedir y recibir, la ruta que debemos seguir para movernos en la dimensión sobrenatural del Señor. Cuando tenemos claro este aspecto, no podemos explicarnos porque tantas y tantas personas que podrían ver resuelta su situación personal, espiritual y material, siguen sumidos en la ruina y el fracaso cuando bastaría que volvieran su mirada al Señor y le pidieran.

Decídase a servir a Dios junto con su familia

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Hoy es el día para abrirle las puertas de su familia a Dios

Fernando Alexis Jiménez
¿Cuándo una familia llega a ser sólida? Cuando Dios ocupa el primer lugar (Salmo 127:1, 2). La crisis en la relación de pareja y en el trato con los hijos se produce cuando marginamos al Señor de nuestra existencia y del núcleo familiar.

Como Dios ama la familia, a nuestro adversario espiritual, Satanás, le interesa generar desestabilización. Un ejemplo claro lo encontramos con dos fundamentos: el primero, la legislación cada vez más flexible para propiciar el divorcio—que golpea a los hijos, por supuesto--, y de otro lado el aumento inusitado de comportamientos inmorales como el adulterio.

¿Apartarnos de Dios?... Nunca

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No podemos dejar tentar siquiera con la idea de apartarnos de Dios

Fernando Alexis Jiménez
Caminar en un nuevo sendero de vida, en el que comenzó a reemplazar su comportamiento de padre mal tratador, constituyó uno de los pasos de mayor significación para Ricardo. Lucía su mujer estaba feliz, aun cuando no se fiaba pronto de sus pretendidos cambios. No obstante el paso de los días la convenció. Aceptó que salieran de nuevo, que sacara a sus hijos los domingos en la tarde, y aceptar que si demoraba una hora en llegar a casa, es porque sin duda se encontraba trabajando en la oficina.
           

Dios nos permite llegar a nuevos niveles de éxito

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Un jovencito de 19 años, con fe, mostró que se puede llegar muy lejos...
Fernando Alexis Jiménez
Feliks Zemdegs logró  una hazaña. El producto de muchas horas de esfuerzo. Recuerda incluso que se acostaba muy tarde. “Lo intentaba una y otra vez”, relata. A sus 17 años se convirtió en el nuevo Campeón del Mundo en la resolución del Cubo de Rubik en la justa celebrada en Las Vegas, EE.UU.

Hoy es el día para comenzar a cambiar

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Todos tenemos la oportunidad de cambiar en Dios
Fernando Alexis Jiménez
Ricardo atravesó las calles del pueblo, no tambaleándose como en otras épocas cuando se bebía hasta el último céntimo de su salario los viernes en la noche, sino con una amplia sonrisa que lo iluminaba todo, y llamando la atención con su Biblia, de canto rojo y tapa negra.
Lucía, la esposa del boticario, se asomó por la ventana porque no podía creerlo, y Angelino—el Notario—dejó de beber su café tinto porque no podía daba crédito a lo que veía. Incluso, limpió sus anteojos  y salió dando pasos lentos –evidencia del reumatismo que estaba golpeando su vida desde hacía una década—para apreciar el espectáculo: Ricardo no estaba ebrio sino sobrio, e iba de camino al parque principal.

Dependiendo del amoroso cuidado del Padre celestial

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Dios nos cuida como un Padre a sus hijos

Por David Wilkerson con aportes de Fernando Alexis Jiménez
I
magina un hijo adoptado que ha madurado y heredado el señorío sobre todas las riquezas de su padre. Sin embargo, este hijo sigue ganándose la vida con los criados, viviendo bajo los términos de la esclavitud.
            ¿Es correcto que el padre de este joven lo consuele en su esclavitud, asegurándole que es amado y que todo va a estar bien? ¡Por supuesto que no! Cualquier padre que ama a su hijo querría que éste reclamara su herencia y saliera de su pobreza. ¡Le instaría a apropiarse de las riquezas que le pertenecen!
            Del mismo modo, Dios no tan sólo nos consuela en nuestra esclavitud. Más bien, Él viene a nosotros diciendo: “Hijo, hija, ¿cuándo vas a ocupar tu lugar a Mi lado? ¿Cuándo vas a entrar en Mi casa y echar mano de todos los recursos que ya son legítimamente tuyos?”
            Recuerde lo que dicen las Escrituras:
            “Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre! Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo” (Gálatas 4:6-7).

¿Le roban los obstáculos la paz interior o confía en Dios?

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Desarrollar confianza en Dios, lo mejor que nos puede ocurrir


Por Joel Osteen
A veces nos dejamos consumir tanto por los sueños, por vencer obstáculos, que es lo único que pensamos, lo único de lo que hablamos y lo único por lo que oramos. No seremos felices si no sucede exactamente como queremos que suceda.
Si no nos cuidamos, eso nos lleva a la frustración y hasta el resentimiento. Cuando percibes que esto sucede, debes regresar al lugar de reposo y paz donde puedas decir con sinceridad: "Dios, confío en ti. Creo que sabes lo que es mejor para mí. Y, Dios, aunque no funcione como quiero, no me sentiré infeliz. No voy a permitir que esto arruine mi día. Tomo la decisión de alegrarme en este lugar donde me pusiste".

Perdonar, esencial para la solidez en la familia

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¿Has herido a tu familia? Es tiempo de arrepentirte
y pedir perdón

Fernando Alexis Jiménez
El desaliento acompañaba a los esposos que llegaron a recibir orientación, por un convencimiento que les venía rondando de tiempo atrás: el único camino era la separación. Sin embargo, les inquietaba el destino de sus hijos. Tenían dos chicos, uno de cinco y otro de ocho años. Los niños lloraban cuando les veían pelearse. ¿Era justo que, en adelante, no tuvieran padres por el deseo de separarse?
            Nuestro adversario espiritual es quien ha venido sembrando la idea de que el divorcio es la salida a las crisis del hogar. Esa es la razón por la que esta idea ha tomado tanta fuerza. “Si las cosas no marchan, hay que separarse”, es la frase que escuchamos con mayor frecuencia.
            Recuerde que la Biblia nos advierte: ¡Estén alerta! Cuídense de su gran enemigo, el diablo, porque anda al acecho como un león rugiente, buscando a quién devorar.”(1 Pedro 5:8. NTV)

¿Es posible perdonar?

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El perdón verdadero parte de una
decisión del corazón

Fernando Alexis Jiménez

T
odos se sorprendieron cuando Lucía entró por la puerta principal. Y se sorprendieron porque había pedido visitar al asesino de su hijo adolescente. Lo hizo sin asomo de rabia, con calma. Sus pasos por los pasillos fueron lentos. Por fin estuvo en la puerta enrejada. Abrieron la cerradura. Lucía se quedó mirando al hombre, relativamente muy joven, y le dijo con palabras quedas: “Te perdono”.

            ¿Le parece extraño? Sin duda que sí, porque la sociedad en la que nos desenvolvemos, nos enseñó a guardar rencor, y no perdonar. Es un paso esencial que parte de una decisión en nuestro corazón.

            Los seres humanos tenemos actitudes que no podemos entender fácilmente. Todas, sin duda, son emociones producto del pecado. Satanás utiliza a  quienes están inmersos en una situación de pecaminosidad para llevarles a los extremos. Domina sus pensamientos y sus acciones, lo que sin duda ocurre con muchos de nosotros.

Dios está atento a su voz

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Dios escucha nuestras oraciones
y responde con poder

Por Kenneth Copeland con aportes de Fernando Alexis Jiménez
Laura sintió que estaba sola en su trasegar por la vida. Tenía problemas con su esposo y con sus hijos. Cuando todos salían de casa, solía dar vueltas presa de la desesperación en la sala de su casa. No encontraba salida al laberinto y miraba por la ventana, hacia el cielo infinito, y decía: “Dios mío, ¿acaso no ves la situación que vivo?” Estaba desesperada…
            Si se ha encontrado en un laberinto similar, le recuerdo que Dios le ama y escucha todas sus oraciones.
            Permítame citarle lo que nos enseña el doctor Kenneth Copeland: ¿Alguna vez ha estado en oración y de repente le ha perturbado la idea de que Dios no está escuchándolo?
(C) Fernando Alexis Jiménez - Llàmenos (0057)317-4913705 - Escríbanos webestudiosbiblicos@gmail.com. Con la tecnología de Blogger.